Se trata de una perla enorme con forma de lágrima y está considerada una de las gemas más valiosas y legendarias de la Historia de Europa.
Por lo visto se llama Peregrina por la forma tan peculiar que tiene (como cuando hablamos de ideas peregrinas...) aunque también ha estado viajando por medio mundo.
Se encontró en el Siglo XVI en Panamá, en un sitio que tiene el evocador nombre de Archipiélago de las Perlas, y pasó a formar parte de las Joyas de la Corona de España en época de Felipe II; reinas de España la lucieron durante siglos y la perla permaneció en España hasta que en el Siglo XIX José Bonaparte se hizo con ella. Se la llevó a París y de ahí a Estados Unidos, a donde se marchó con la perla, una amante y dejando a su esposa. Cuando volvió a Europa se trajo la perla, no sabemos si a la amante también.
En 1969 la Peregrina sale a subasta siendo adquirida por el actor Richard Burton por 37.000 dólares como regalo a Elizabeth Taylor. El suceso de que un caniche mordisqueó la perla, lo relata la Taylor en su libro de memorias "My Love Affair With Jewels": según parece, la perla se cayó a la alfombra y la encontró antes el perrito que ella...
Os dejamos con nuestras perlas que son tan peregrinas como vosotras queráis que sean: lleváoslas de paseo y de viaje.
